Clarita al cumplir 2 meses de vida, no seguiría el sonido de mama, fue hasta que el médico le dio el diagnostico a la Sra.
La bebe no podía escuchar nada, los papas de Clarita estaban muy tristes pues no sabían que podían hacer o como podrían ayudar a su hija, con el paso del tiempo. Esos problemas eran menores a lo que tenían que enfrentar.
Desgraciadamente aun vivimos en una sociedad discriminatoria y racista, no quiero decir que todos seamos así, pero la ignorancia de muchos nos duele a todos.
Cuando los papas de Clarita la presentación a su familia, estos la recibieron con amor, pero ¿no todos somos así? Fueron los comentarios.
Pasaron 3 años, Clarita necesitaba ir a la escuela pero ¿a que escuela? Preguntaba el papa, su mama recorrió varios jardines y en todos le decían que no podían recibirla. Pasaron unos meses y una amiga les recomendó que fueran a un kínder con el programa de U.S.A.E.R.
Al llegar al jardín con U.S.A.E.R. Clarita tuvo una oportunidad que hasta ahora en sus escasos 3 años le negaban el inicio de una educación escolar.
Ahí en el jardín Clarita tuvo la gracia de conocer amigos y amigas, su maestra era muy amable con ella. Y así paso su etapa de preescolar.
Se destaco en muchos aspectos, a su manera era muy sociable, y muy alegre, comenzó a darse cuenta que a ella le gustaba mucho las pinturas, las esculturas, etc.
Clarita creció muy rápido, cuando salió del kínder entro a la educación primaria, pero como en todas partes hay niños buenos y otros no tanto.
Clarita soporto burlas y maltratos de sus compañeros, pero eso no la debilitaba, ella era feliz pintando paisajes y quedaban hermosos.
Un día Clarita y sus papas fueron con el médico quien le hizo unos análisis con la esperanza de poder ayudar a la niña.
Después de 2 semanas el Dr. De Clarita la recibió en su consultorio para darles una noticia que le podía cambiar la vida a la familia.
¡Clarita puede tener una oportunidad! Les dijo el doctor a lo que los papas ansiosos preguntaron ¿cómo? El Dr. Les explico que un aparato auditivo la niña podía tener la dicha de escuchar la voz de su mama y papa. Lo único es que es un poco caro dijo el Dr.
Los papas de Clarita le dio una idea a su familia. Vendan mis cuadros les señalo. A lo que no dudaron y como eran verdaderamente hermosos se vendieron muy rápido.
Clarita estaba de regreso en el consultorio: ¿escuchas Clarita? La nena lloro de emoción pues el sonido que escucho por primera vez fue la voz de sus papas, el mejor sonido que escucho. Fue el sonido del amor.